Netflix puede haber ganado la guerra del streaming, pero YouTube es un competidor aún más importante en la industria audiovisual. YouTube lidera en tiempo de visionado y publicidad, y su modelo de financiación con creadores de contenido le garantiza un flujo continuo de éxitos. A largo plazo, YouTube está posicionado para ganar también en la pequeña pantalla, ya que la generación Z prefiere el vídeo generado por el usuario. Aunque YouTube no tiene el brillo premium de Hollywood, su modelo de negocio mantiene los márgenes de beneficio equilibrados. Sin embargo, YouTube se enfrenta a la competencia de otras empresas tecnológicas como TikTok y Meta. A pesar de su éxito, YouTube también tiene vulnerabilidades, como problemas de seguridad y costos de moderación de contenido. En resumen, mientras Hollywood teme a Netflix, la verdadera amenaza a largo plazo es YouTube y la revolución del vídeo no hollywoodiense.
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