Arabia Saudí está aprovechando el conflicto entre Estados Unidos y China para diversificar su economía y convertirse en un centro de producción global especializado en tecnología avanzada y electrónica. El gobierno saudí ha anunciado la creación de una compañía pública llamada Alat, que se espera emplee a 39,000 personas para el año 2030. Arabia Saudí busca competir con países como China, Taiwán, Japón y Corea del Sur en la fabricación de semiconductores y otros sectores de la industria tecnológica. Aunque es un plan ambicioso, Arabia Saudí cuenta con recursos económicos significativos para respaldar su objetivo.
Imagen: Kateryna Babaieva