La higiene textil es un aspecto importante de nuestra rutina diaria, pero a menudo nos surgen dudas sobre la frecuencia de lavado de nuestras sábanas. Según la doctora Lindsay Browning, experta en sueño, es recomendable cambiar las sábanas de la cama una vez a la semana o cada dos semanas como máximo. Esto se debe a que las sábanas pueden acumular bacterias, ácaros y suciedad si no se lavan con regularidad. Además, el sudor y las células muertas de la piel también pueden acumularse en las sábanas, lo que puede provocar erupciones en la piel y otras molestias. Sin una correcta higienización de las sábanas, también se corre el riesgo de dormir con ácaros. Durante los meses de invierno, se puede ser un poco más indulgente, pero lo ideal es lavar las sábanas una vez a la semana para mantener una buena higiene. Dormimos al menos un tercio del día en la cama, por lo que es importante mantenerla limpia para controlar los ácaros y los microorganismos. No lavar las sábanas con frecuencia puede aumentar el riesgo de desarrollar asma o alergia al polvo. Según una encuesta en Reino Unido, casi la mitad de los hombres solteros admitieron no lavar sus sábanas durante cuatro meses seguidos, mientras que las mujeres solteras se toman más en serio la higiene de su ropa de cama.
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