Por segundo año consecutivo, los votantes en Chile rechazaron una nueva constitución propuesta para reemplazar la establecida durante la dictadura de Augusto Pinochet. El nuevo borrador de la constitución fue redactado por un consejo constitucional de tendencia derechista y fue considerado más conservador que el que buscaba reemplazar. Los críticos dijeron que podría haber limitado los derechos reproductivos de las mujeres y permitido la expulsión de muchos inmigrantes irregulares. El proceso de redacción de una nueva carta comenzó en 2020, después de que protestas a gran escala por la desigualdad y el costo de vida azotaran el país en 2019. El presidente Gabriel Boric dijo que si se rechazaba la última propuesta, no habría una tercera votación, al menos durante su Gobierno. Esto significa que se espera que la constitución actual permanezca en vigor.