Un conocido grupo de hackers en China conocido como Chimera se infiltró en la infraestructura del fabricante holandés de semiconductores NXP, el más importante de Europa, a finales de 2017. La empresa no se enteró hasta principios de 2020, según NRC, y no está claro qué tipo de daños han podido causar. Los hackers robaron propiedad intelectual y diseños de nuevos chips, pero el alcance completo del hackeo es por el momento un misterio. La brecha de seguridad estuvo abierta prácticamente dos años y medio y solo se descubrió cuando un ataque similar se produjo en la aerolínea Transavia, subsidiaria de KLM. Los hackers de Chimera accedieron a los sistemas de reservas de Transavia en septiembre de 2019, y tras investigar esa intrusión, se detectaron comunicaciones con las IPs de los servidores de NXP, que fueron las que acabaron desvelando que el hackeo a NXP se había producido mucho antes. El hackeo es especialmente preocupante porque NXP es un fabricante muy importante que, entre otras cosas, se encarga de fabricar los chips que aseguran los pagos móviles en los iPhone. Los responsables de NXP afirman que la intrusión no ha provocado ‘daños materiales’, y que los datos robados son complejos y no se pueden usar fácilmente para replicar diseños. Por eso, afirmaron en la empresa, no vieron la necesidad de informar al público general y nos hemos enterado ahora del hackeo. A pesar de ello, el alcance real de ese hackeo y su impacto son de momento una incógnita.