Masimo, un fabricante de equipos médicos, demandó a Apple por robo de secretos comerciales y uso indebido de tecnologías. Aunque el caso no obtuvo un veredicto unánime, Masimo perdió la posibilidad de recibir una compensación de 1.800 millones de dólares. Sin embargo, la Comisión de Comercio Internacional falló a favor de Masimo, prohibiendo la importación de los Apple Watch Series 9 y Apple Watch Ultra 2. Apple apeló la decisión y pudo reanudar las ventas temporalmente. Masimo ha gastado casi 100 millones de dólares en la batalla legal y busca llegar a un acuerdo con Apple. Esta historia demuestra la importancia de proteger la propiedad intelectual en la industria tecnológica.
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